sábado, 31 de enero de 2015

Un arma peligrosa

Un arma peligrosa

En más de treinta países, la tradición manda cortar el clítoris.
El tajo confir
ma el derecho de propiedad del marido sobre su mujer, o sus mujeres.
Los mutiladores llaman purificación a ese crimen contra el placer femenino, y explican que el clítoris
es un dardo envenenado,
es una cola de escorpión,
es un nido de termitas,
mata al hombre o lo enferma,
excita a las mujeres,
les envenena la leche,
y las vuelve insaciables,
y locas de remate.

Para justificar la mutilación, citan al profeta Mahoma, que jamás habló del asunto, y al Corán, que tampoco lo menciona.
Eduardo Gaelano (2008) Espejos. Una historia casi universal. Madrid. Siglo XXI, pág.: 28.

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