La Digba (mujer encargada de las mutilaciones) prepara hierbas para reducir el dolor y el sangrado de las que serán “iniciadas”. Desnudan completamente a las muchachas, les vendan los ojos, las acuestan boca arriba sobre unas hojas, y con un cuchillo especial preparado por un herrero del poblado, les arrancan el clítoris. Como la operación es muy dolorosa y algunas lloran, la escisión es acompañada de cantos y tambores que ahogan los llantos.
Una vez removido el clítoris les lavan
la herida y la cubren con hierbas y ceniza. Después, las llevan a un
lugar especial de descanso, o Kuyarama (Bosque Sagrado). Cada día el Sinkabondo,
“especie” de doctor nativo al servicio de la Sociedad Bondo, les lava
la herida para acelerar la recuperación. Normalmente la herida tarda en
sanar de dos a tres semanas.
El clítoris arrancado se divide en dos partes. Con una mitad se prepara el Yombo,
la comida que se les da a las iniciadas antes de regresar a la aldea.
La otra mitad se siembra junto a una semilla. Creen que la futura
fertilidad de la muchacha depende de cómo la semilla se desarrolla.
https://joseluisgarayoa.wordpress.com/2013/09/12/bondo-sociedad-secreta-de-mujeres-para-la-mutilacion-genital-femenina/
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